El Mercado de Sant Antoni

HISTORIA DEL MERCADO DE SANT ANTONI

El Mercado de Sant Antoni es uno de los mercados más importantes de la ciudad de Barcelona. Es el único mercado que ofrece actividad comercial los 7 días de la semana. El edificio y su entorno acogen tres mercados distintos: el de alimentación fresca, el de encants (productos diversos y de segunda mano) y el mercado dominical del libro.

Originalmente, se trataba de un mercado al aire libre situado en el acceso sur de la ciudad amurallada de Barcelona, concretamente en el portal de Sant Antoni. Su ubicación era favorable para el comercio, ya que se encontraba en una zona de paso para quienes entraban o salían de la ciudad. Con los proyectos de expansión urbana y el derribo de las murallas, Ildefons Cerdà propuso la construcción de una estructura que garantizara la permanencia del mercado y mejorara el abastecimiento de toda Barcelona, que no contaba con suficientes mercados dentro de las murallas.

Así, se encargó al arquitecto Antoni Rovira i Trias el diseño de las instalaciones del Mercado de Sant Antoni. Este proyecto, enmarcado dentro del Plan Cerdà, representó la creación del primer mercado situado fuera de las murallas de la ciudad. Las obras comenzaron en 1879 y finalizaron en septiembre de 1882, siendo inaugurado por el entonces alcalde de Barcelona, Rius i Taulet. Poco después, a principios del siglo XX, los comerciantes textiles del Paral·lel y de otros productos no alimentarios empezaron a establecerse alrededor del mercado para aprovechar la afluencia de gente y mejorar su actividad comercial. Así nació el Mercado de los Encantes de Sant Antoni.

Hasta hoy, ambos mercados coexisten, se complementan y contribuyen a generar una zona comercial muy dinámica y difícil de reproducir en otro lugar. El Mercado de Sant Antoni sigue ofreciendo una de las selecciones de alimentación fresca más ricas y variadas de la ciudad, mientras que el Mercado de los Encantes ofrece una amplia gama de moda, textiles y productos para el hogar.

Más tarde, se incorporaron libreros y coleccionistas los domingos, dando origen al Mercado Dominical de Sant Antoni, especializado en libros nuevos y antiguos, así como en el coleccionismo tradicional de postales, sellos o revistas. Hoy también se pueden encontrar allí ofertas relacionadas con cromos, videojuegos o películas.

En 2007 comenzaron las obras de reforma del mercado, y se instalaron tres carpas provisionales para acoger a cada uno de los mercados en la Ronda de Sant Antoni y la Calle del Comte d’Urgell. En 2009 se cerraron definitivamente las instalaciones del antiguo mercado y se inició un proyecto cuya finalización se fue retrasando debido al hallazgo de restos arqueológicos: la Vía Augusta Romana, una necrópolis y los restos del baluarte de Sant Antoni.